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TRATADO DE 1870

SEÑORES ¿QUE HACEMOS?

SEÑORES ¿QUE HACEMOS?

EMIGRANTE

No creas que esta será tu tierra,
aquí serás siempre un emigrante
aún para quién te extiende la mano,
en fraterno gesto de amistad.

Desde tierras exóticas,
desde un mundo distinto
donde dejaste parte de tu corazón,
arrastras el nombre universal:
emigrante.

Llegaste en oleadas,
barcos repletos de ilusiones,
sueños españoles,
arrancados a una patria herida,
gallegos que bajaron
de sol a sol sus cabezas, para
levantarlas orgullosos
al final de la jornada.

Sueños italianos,
con las manos llenas de vides,
y el corazón moreno de cantos.
Sueños gringos,
ingleses, alemanes, suizos,
crisol de razas,
mezclando sudor y sangre
en tierras americanas,
integrando culturas,
adorando el mismo Dios,
tan solo una palabra:
emigrante.

Cruzando fronteras,
buscando apenas algo
a cambio de mucho más,
ahora aquí, ahora nosotros,
hijos de
la América abierta
en canales de desesperanza,
hermanos que buscan
lo que ya dieron,
tan solo una palabra:
emigrante.

Doloroso apodo,
ayer, hoy,
negación de patria,

extrañas, diferentes costumbres,
un mate, un lamento andino,
quizás más cercano
a
la Europa que lo recibe,
un Alá que no es su Dios,
una piel que no es
de igual color,
todo resumido, apretujado
tan solo en una palabra:
emigrante.

         Graciela Vera

 

 

Los uruguayos somos respetuosos del orden instituido y porque sentimos propensión a que se cumplan las leyes es que tampoco en esta ocasión hemos bajado la cabeza y sí, hemos salido a reclamar nuestros derechos.

Si además nuestro gobierno, que en definitiva y en esta oportunidad somos todos y cada uno de nosotros, se ubica a nuestro lado, no le tememos a ningún imperio porque en ésto de consolidar libertades y derechos, podemos dar lecciones a muchas pseudo democracias.

Los uruguayos no estamos acostumbrados a ser tratados como delincuentes porque no lo somos, salvo que ser delincuente sea buscar un sitio donde trabajar.

Y si eso es delincuencia, ¿Qué país está en condiciones de arrojar la primera piedra sin que ésta tenga efecto de bumerang?

Pero los uruguayos, orgullosos por estirpe y por derecho, sentimos vergüenza al ser vejados y sentimos bronca, mucha bronca cuando intentan callarnos a base de prepotencia.

¡Cuidado! que el Obelisco sabe que es imposible que nos acurruquemos en silencio a rumiar heridas; tenemos la piel charrúa que cicatriza rápidamente; pero también tenemos la sangre española, italiana, alemana,… que hierve muy fácil y cuando lo hace alborota venas –porque las mezclas suelen ser explosivas- mucho más de lo que algunos intereses desearían para evitar que se pueda trastornar un orden mal constituido.

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El gobierno de Uruguay, todos los sectores políticos y la colectividad española en el país reclaman que el gobierno español cumpla el Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad firmado en 1870 en el que se establece la libre circulación de personas entre los dos países.

Las autoridades españolas aducen que este Tratado ha quedado sin vigencia por la firma, por parte de España de una serie de leyes migratorias y tratados dentro del seno de la UE lo que queda desvirtuado con la misma legislación de la UE que establece con claridad que habiendo Tratados firmados con terceros países, vigentes a la conformación de la UE, los mismos mantienen su validez.

Las posturas que aduce España han sido desestimadas por sus propios juristas. Tribunales de Justicia de las Comunidades Autónomas, que en más de veinte ocasiones, y el Tribunal Supremo de Justicia que lo ha hecho en una, han fallado a favor de los ciudadanos uruguayos que han interpuesto recursos basados en el Tratado de 1870.

LA PIEDRA DE LA DISCORDIA

Son los dos artículos, 8 y 9 del Tratado de 1870, en los que se consolidan los derechos de trabajo y libre circulación de uruguayos y españoles en ambas naciones

El texto de los artículos ha sido reiterado repetidamente por lo que no vamos a redundar en los mismos.

España, pese a que nunca lo denunció, no reconoce la vigencia del mismo.

LA PIEDRA EN EL ZAPATO

Y nunca mejor dicho, hay una piedra en el zapato de Zapatero.

Un país pequeño, del que se habla poco salvo al nombrar la alineación de varios equipos del fútbol español le ha ‘plantado cara’ a la nación madre y su desplante puede obviarse como ‘noticia’ dentro de fronteras pero no se acalla a nivel internacional.

Y esa piedra, como todas las cosas que se consideran pequeñas, termina molestando más que las rocas y ¡pobre presidente haberse equivocado en la forma de quitársela!

Ciertamente que ni la pretendida superioridad de la Secretaria para Emigración Inmigración Consuelo Rumí, ni las terminantes manifestaciones del Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Jesús Caldera han quitado leña al fuego.

Ambos mantienen su intransigencia.

LA PRIMERA PIEDRA DE LA CONTRAPARTIDA

(o la segunda en el zapato del Zapatero)

Jesús Gómez Rodríguez es un emigrante que vive en Uruguay donde nada ni nadie le ha impedido desarrollar sus actividades libre y legalmente; apodado Miño nació en Irixoa, Galicia.

‘Miño’ en un gesto de apoyo solicitó al gobierno uruguayo ‘permiso de residencia y trabajo conforme lo que establece el artículo 8 del Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad firmado por España y Uruguay en Montevideo, el 18 de julio de 1870’; lo hizo ante la negativa del gobierno español de reconocer la vigencia del Tratado porque, según sus palabras: como ciudadano español, tengo que avergonzarme de la falta de memoria histórica y la inobservancia más flagrante del universalmente reconocido principio de reciprocidad, por parte de las autoridades españolas’.

LA HISTORIA RECIENTE EN ESPAÑA

…comenzó la ‘caza de brujas’ o en este caso ‘de inmigrantes sin permiso de residencia’.

Las organizaciones de inmigrantes advierten que la policía ha incrementado la vigilancia y pone especial atención en detectar extranjeros en plazas o calles. Quien no presenta su documentación en regla es detenido y se le abre un expediente de expulsión.

Los latinoamericanos son especialmente controlados a su ingreso al país ya que su única puerta de entrada es a través de los aeropuertos donde la vigilancia es estricta y difícilmente sorteable.

Actualmente para ingresar a España, aún desde un país que no requiera de visado consular, hay que traer una carta invitación, dinero suficiente para mantenerse durante el tiempo de estancia (nunca más de tres meses), reserva de hotel y mucha suerte.

La suerte es esencial y en los últimos tiempos tiene directa conexión con la buena o mala onda del funcionario de migraciones de turno en el aeropuerto.

No entra porque su perfil no se adapta al de los ciudadanos de la Comunidad Europea.- La joven boliviana traía mil euros y la carta invitación; no gustó su aspecto físico.

No entra porque trae demasiado dinero*1.- Una familia argentina (padre-madre-hijo) y 3.000 euros. ¿Demasiados para un simple viaje de turismo?

No pueden entrar porque según las autoridades tergiversaron datos sobre la persona que les invitó en España - La carta invitación era para una convención de gastronómicos. Equivocarse en el nombre del firmante no debería ser el motivo del impedimento. En El Prat los funcionarios de aduana impugnaron la validez de su documentación. Los documentos estaban en regla pero la pareja argentina integrada por Guillermo Weigel y su esposa Valeria no pudieron ingresar.

No llena los requisitos para otorgarle una visa.- Ni siquiera subir al avión, desde la embajada en su país el poeta peruano fue rechazado. Se movilizó un importante grupo de intelectuales para lograr que se le autorizara el ingreso a España. A él, ni por edad ni por afecto le interesaba en lo más mínimo quedarse en Europa.

REPRESIÓN CONTRA URUGUAYOS

No trae la carta y no entra.- Hasta el momento visitar a sus hijos se había encuadrado en un trámite normal.

En esta ocasión no importó al funcionario de turno que la mujer adujera que ignoraba este nuevo requisito ni que, ilusionada le dijera que venía a España para asistir al nacimiento de su nieto.

Desde Montevideo a Barajas y de Barajas a Montevideo de regreso luego de dos noches, mal durmiendo, en el mismo aeropuerto.

*3 No.- En el aeropuerto de El Prat la joven, invitada por una amiga, con la carta en la mano resultaba sospechosa simplemente porque era joven. No pudo ni siquiera hablar con su amiga que estaba tratando de ayudarla en el mismo aeropuerto.

Falta la carta.- Daniela Visconti iba a realizar una visita familiar. No pudo concretarla porque no sabía que debía presentar la carta invitación. Quizás no le dio en su momento la importancia que los funcionarios de El Prat imaginan que tiene. Imaginan porque por fronteras terrestres o por agua ingresan diariamente muchos cientos de inmigrantes sin la famosa carta.

Documentos, por favor.- Eduardo Parga no los tenía cuando la policía se los pidió. Hacía un año y dos meses que vivía con su hermana y cuñado en Barcelona. Desde su llegada había trabajado en una empresa de mudanzas, un lavadero de autos y una estación de servicio. Cuando se inició el proceso de regularización obtuvo todos los documentos exigidos salvo el contrato ya que su patrón se negó a inscribirlo.

*4 Desde el primero de junio ha sido negado el ingreso a una veintena de compatriotas, en algunos casos en forma totalmente arbitraria.

Un uruguayo fue detenido en Barajas cuando estaba en tránsito a Italia; su retorno se sumó a la lista de los que no pasaron los férreos controles de Madrid y Barcelona.

Otros 54 uruguayos que no pudieron regularizar su situación en el proceso ya cerrado, han recibido un cedulón oficial en el que son ‘invitados’ a retirarse de España en un plazo determinado.

Se estima que en estos momentos hay aproximadamente unos 6.000 uruguayos indocumentados.

Estas cifras que superan las que se manejaban hasta el momento surgen de simples operaciones matemáticas.

Según el Canciller Reinaldo Gargano, en el Consulado uruguayo se legalizaron 16.500 certificados de buena conducta y la Secretaria de Emigración, Consuelo Rumí aseguró que han sido 10.500 los uruguayos que han obtenido los permisos de residencia en esta última apertura.

EN URUGUAY…

se envió una alerta a los ciudadanos que están por viajar a España señalando que no es el momento oportuno para hacerlo y recomendando se viaje a España en casos sólo de extrema necesidad y siempre que se cuente con todos los documentos que este país pide actualmente y que incluye una carta-invitación que deberá ser registrada y autentificada por el Consulado español en Montevideo.

La recomendación provino de la Cancillería después que varios uruguayos fueron impedidos de ingresar y luego de ser retenidos en los aeropuertos de Madrid y Barcelona desde donde fueron retornados a Montevideo.

Medios de prensa achacaron la recomendación directamente al Canciller Reinaldo Gargano. Éste lo desmintió.

Resulta ser que quién se ha manifestado en forma tan categórica fue el sociólogo Álvaro Portillo, encargado en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay de la atención a los ciudadanos orientales que se encuentran en el exterior.

Hay razones de peso: Dos requisitos que no figuran en ningún documento pero que a la hora de entrar a España tienen un peso primordial: El humor del funcionario de turno y el aspecto físico (vestimenta) del llegado.

Y otros requisitos que han sido establecidos por las autoridades: Para ingresar a España por turismo se debe presentar a requerimiento de las autoridades de migración:Pasaje de ida y vuelta; Reserva de hoteles y otros consumos abonados;Un mínimo de 80 euros por día que se vaya a permanecer en el país.Un seguro médico que cubra todos los días de estadía Según el tiempo que el turista piensa permanecer y que va desde U$S 46 por 5 días de estadía a U$S 297 por el máximo tiempo permitido que son 90 días.

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Gargano recalcó las muy buenas relaciones que mantienen Uruguay y España: "Es un tema absurdo, de ser cierta esa recomendación deberíamos romper relaciones diplomáticas con España, siendo que tenemos las mejores relaciones diplomáticas", dijo agregando que: "Lo que sí hemos hecho es plantear duras críticas a los procedimientos que las oficinas de inmigración españolas están dando a los uruguayos que llegan a España”.

Sinceramente queremos creer que el Canciller lo dice en el convencimiento de que se estará dialogando positivamente para los intereses uruguayos en muy poco tiempo.

No quisiéramos siquiera pensar que vamos a dar un paso atrás en nuestras reivindicaciones; mientras nos quede razón y medios como puede ser el Tribunal de la Haya y/o los recursos jurídicos, trataremos de volcar a nuestro favor la controversia generada con el gobierno peninsular.

Esperamos que el canciller Gargano simplemente haya pedido un minuto de descanso para entrar en el siguiente round con cierta preeminencia, más desde que este ‘asalto’ se diputará en nuestro terreno durante la visita del Ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Angel Morantinos a Uruguay anunciada para el 27 de julio.

¿MAL INFORMADO O MALA FE?

Sólo entendemos como un intento de apoyar al Gobierno español en su negativa a reconocer la vigencia del Tratado de 1870, que su embajador en Montevideo, Fernando Valderrama, hiciera declaraciones aduciendo que los españoles emigrados a Uruguay habían sido tratados en forma similar a la que España impone hoy a los uruguayos.

¿Piensa acaso el Sr. Embajador que si Uruguay hubiera cerrado las puertas a los españoles, italianos y demás nacionales europeos que llegaron a sus costas, tan sólo en una nimiedad en relación a la actitud negativa de hoy por parte de su gobierno, los españoles que residen en este pequeño país del Cono Sur estarían cerrando filas junto a los uruguayos, en defensa del Tratado de 1870, cuya vigencia él ha intentado desvirtuar en notoria contraposición a lo que los Tribunales de Justicia de su país han señalado en reiteradas ocasiones.

FALTABAN LOS DERECHOS Y FALTÓ EL ESTILO: empate

No vamos a hacer hincapié en si se trató de una falta de respeto hacia los Legisladores democráticamente elegidos y por lo tanto dignos representantes de todos los orientales porque éstos, al pedir la comparecencia del embajador español, olvidaron que el Parlamento, por más preocupado que esté de la situación de los uruguayos, no tiene potestades para llamar a un embajador extranjero a dar explicaciones de ninguna clase.Primer tiempo cero a cero.

El miércoles el embajador Valderrama hizo mutis a los Representantes Nacionales, un día después concurrió –‘por propia voluntad’- al Parlamento para reunirse con la presidenta de la Cámara, Beatriz Argimón.

Mientras el Representante del gobierno español ratificaba a Argimón la buena relación y respeto hacia el Parlamento uruguayo dejando por absurdas las versiones de prensa que indicaban que se había negado a asistir a las Cámaras, la parlamentaria le reiteraba que el Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad había sido plenamente convalidado por unanimidad.

LA HISTORIA SITUANDO EL PRESENTE

‘Sin papeles’ de Cataluña denunciaron ‘la intervención espaciada’ del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales desde que finalizó el plazo para acogerse a la regularización extraordinaria.

En este sentido la Asamblea por la Regularización sin Condiciones denunció que las altas de inmigrantes en la Seguridad Social alcanzan apenas al 27 por ciento de los que el Gobierno ha declarado como aspiración: 160.000 personas al momento.

Rechazan las declaraciones de los responsables gubernamentales refiriéndose al proceso como un éxito con un gran número de resoluciones positivas ya que se oculta que el 25 por ciento de las solicitudes presentadas lo fueron en la última semana y éstas, que son las que presentarán más denegaciones, aún no han sido analizadas.

Por otra parte la asociación denunció que han quedado ‘centenares de miles’ de inmigrantes sin poder reunir los requisitos exigidos para la regularización, lo que continúan trabajando en la economía sumergida a más de muchos que habiendo presentado toda la documentación incluido el contrato de trabajo se encuentran con que éste ha sido rechazo porque la empresa mantenía deudas con la Seguridad Social o había presentado un número excesivo de solicitudes para sus necesidades.

En este caso no quedan mayores dudas sobre la existencia de un fraude que, lamentablemente en todos los casos y sin entrar a analizar el aspecto delictivo en que se haya incurrido, ha costado muy caro a los inmigrantes.

Y EN EL PRESENTE LO REALMENTE PRÓXIMO es… … En España:

Este sábado se reunirán en Barcelona representantes de la mayor parte de las asociaciones de uruguayos existentes en España*5.

Será un paso trascendental para comenzar a trabajar en conjunto pero, salvo la recepción de quejas ¿Qué se puede hacer en el tema específico que compete a esta nota?

El embajador Álvaro Portillo estará presente para dar a conocer los pasos que a su entender podrían seguirse, los pro y los contra con los que los reclamantes van a tropezar.

¿Habrá reclamantes? Presentar la demanda cuesta aproximadamente 500 euros en un contencioso que puede durar entre 2 y 3 años (tiempo durante el cuál el demandante no será expulsado pero tampoco tendrá autorización para trabajar) y cuyo costo final ronda por encima de los 2.500 a 3000 euros.

¿Qué harán los uruguayos que han recibido el cedulón de expulsión?

Si no han sido ‘capturados’ como vulgares delincuentes seguramente se aferrarán a continuar esperando soluciones desde la clandestinidad y seguirán trabajando en condiciones lamentables y por muy poco dinero.

Los que intenten venir se encontrarán con un país totalmente cerrado que no les va a preguntar si vienen de paseo, a ver un hijo, a conocer la cultura y los paisajes de la ‘madre patria’; prejuzgará y por lo tanto negará derechos aún antes de que éstos les sean solicitados.

En Montevideo:

Familiares de los inmigrantes anunciaron una protesta frente a la embajada de España y una campaña de recolección de firmas para reclamar el cumplimiento del tratado bilateral de 1870 las que serán entregadas al Ministro del Exterior español durante su viaje a Montevideo.

Eduardo Parga fue detenido a la salida del metro en el centro de Barcelona. Después de tomarle fotografías y las huellas digitales le retuvieron el pasaporte y lo mantuvieron 5 horas en una celda. Me pusieron un abogado de oficio que no sabía de estos temas, lo único que hizo fue sentarse a mi lado mientras yo firmaba papeles’ contó no bien llegó a nuestro país.

Graciela Vera, periodista independiente, en Almería, en el sur del norte, a 17 de junio de 2005

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